sábado, 21 de mayo de 2016

Swinging: ¿una manera de expresar la sexualidad?

Reportaje por: Elena Castolo Sánchez, Alejandra Belén Sandoval, Andrea Zacarías Hernández.

Guadalajara, México.
13/05/2016

¿Te atreverías a intercambiar a tu pareja? Hoy en día no es raro encontrar grupos de personas interesadas en este tipo de práctica; a ellos se les conoce como swingers, parejas que acuden a casas o clubes en busca de experimentar su sexualidad con otras parejas. Podría pensarse que es un fenómeno reciente, el siglo XXI ha traído consigo nuevas ideas sobre la manera en la que entendemos y manifestamos la sexualidad. Sin embargo, los swingers han existido desde antes de lo que se imagina. Entonces,g ¿en qué consiste ser un swinger?

El nombre se origina de la palabra en inglés swinging, que puede traducirse como balanceo u oscilación; y efectivamente, eso es lo que ocurre. Los miembros de una pareja oscilan entre otras parejas como parte del swinging. Esto puede, o no, implicar relaciones sexuales; comúnmente, se busca la relación sexual con alguien distinto a tu pareja, aunque no es el único tipo de actividad que se realiza dentro de esta comunidad. Se puede ver como una discoteca cualquiera: se baila, se bebe, y, principalmente, se socializa y se convive. Es una nueva forma de conocer gente que comparte los mismos intereses de ambos.



Bandera de la comunidad Swinger , creada por Ted Williams y con diseño gráfico de Emilio Diseños Enaver.


Pero como en todo, hay reglas. No cualquiera cumple los requisitos para ser un swinger, pues no se trata de libertinaje desenfrenado, sino de una interacción con consentimiento y respeto. Por eso es importante marcar la diferencia entre ser infiel y ser un swinger. Un swinger sabe que antes de cualquier contacto con otro debe platicarlo con su compañero y llegar a un acuerdo mutuo, donde ambos estén conformes con el intercambio. Entrevistamos a un swinger, que prefirió quedar en el anonimato, que nos comentó que este fenómeno “es el intercambio de parejas… donde en una apertura a nivel sexual, no emocional, puedes compartir tu pareja con alguien más; y viceversa, alguien más compartir su pareja contigo”.

Este tipo de temas ha sido tabú en nuestra sociedad por las tradiciones y costumbres que están muy arraigadas a la visión de la moral que tienen los tapatíos, pues no es de extrañarse que Guadalajara se considera como una ciudad conservadora. Cabe señalar que esta última afirmación es más un estereotipo, como nos afirmó la doctora Zeyda Rodríguez Morales, socióloga de la Universidad de Guadalajara, quien señala que esta creencia sobre la ciudad se remonta a los tiempos en los que la Iglesia tuvo un papel muy importante en la Guerra Cristera y, por lo tanto, en el imaginario colectivo de esta sociedad.


También mencionó que Guadalajara es la ciudad que tiene los grupos homosexuales, así como los de lesbianas, más antiguos y más institucionalizados de México. Podemos hablar de que hay una resistencia, una nueva ideología de aceptación a este tipo de prácticas alternativas, aunque aún se realicen de manera clandestina o tras bambalinas.

Tres formas de ser un swinger

La práctica del swinging es muy variada de cultura en cultura y de persona a persona, pero hay tres formas básicas en las que los swingers se dividen:

    Swinging suave: en este nivel, todo está permitido, como caricias, coqueteo, besos, sin llegar al acto sexual completo. Es la manera más ligera de actuar, por ello muchos primerizos optan por este estilo al iniciarse.
    Swinging abierto: en esta etapa es donde ocurre el intercambio de parejas con la finalidad de tener una relación sexual. Se hace en la misma habitación o cama, y puede llegar a otro tipo de prácticas sexuales como las orgías, los tríos, el voyeurismo (ver a otra pareja en el acto).
    Swinging cerrado: se hace el mismo intercambio completo que en el swinging abierto, pero ocurre en habitaciones separadas, para tener mayor intimidad. Suele darse entre parejas con más experiencia por el nivel de confianza requerido en esta actividad. 

Origen: ¿de dónde salió?

No se tiene claro cuándo y dónde exactamente surgió esta tendencia, pero hay un aproximado que se repite en distintas fuentes de información. La doctora Carmen Valcárcel, médica en la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico, sugirió que la práctica del swinging se daba entre parejas de la Fuerza Aérea de los EU en la década de los años cincuenta. Según ella, en esta teoría se dice que estos tenían el recurso económico para mudar sus esposas cerca de las bases militares y que, debido a que durante periodos de guerra los soldados eran los que mayor índice de mortalidad tenían, se desarrolló la práctica de cuidar de las esposas de los compañeros pilotos, incluyendo el convertirse en su pareja sexual.

Por otro lado, algunos creen que el termino swinging proviene de la frase del inglés wife swaping, o ‘intercambio de esposas’. También se les conoce como parejas liberales o de mente abierta. Como muchas otras prácticas sexuales, el swinging obtuvo popularidad gracias a la Revolución sexual que tuvo lugar dentro de los movimientos hippies en los años sesenta; aunque en Guadalajara, según algunas fuentes locales, su popularidad tuvo su auge en las décadas de los setenta y ochenta. Con estos datos es posible darnos una idea del comienzo de este movimiento, pero no deja de ser incierto cuándo fue que el fenómeno swinger se introdujo a esta ciudad.  Pues, como también sugieren algunas personas, es posible que éste exista desde tiempos remotos (aunque no hay fuentes sólidas que lo comprueben).

     Se busca satisfacer el deseo de placer no el aspecto emocional o sentimental.


Clubes y bares: los puntos de reunión swinger

Bueno, ya sabemos qué es un swinger, pero ¿dónde se reúnen? Estamos conscientes de que existen los bares gay, los clubes exclusivos, entre otros recintos, como antros, discotecas, etc. Los swingers tienen sus propios establecimientos, sus santuarios, donde pueden juntarse entre sí en la comodidad y privacidad de los mismos. A diferencia de lo que se podría pensar, estos clubes no tienen como única finalidad el acto sexual; como nos informó nuestro contacto, estos sitios son como cualquier discoteca donde se va a bailar y convivir con otras personas. Dentro del mundo del swinging existen dos categorías para estos recintos:

a)   Clubes con contacto (On premise): en esta categoría está permitido el coito dentro del club.
b)   Clubes sin contacto (Off premise): en estos espacios no está permitido el acto sexual; generalmente son bares, restaurantes, o espacios de otra índole, donde las parejas van a conocerse y pasar un buen rato (en caso de querer involucrarse físicamente, deben retirarse a otro lugar).


Es sorpresiva la cantidad de espacios dedicados a esta clientela que existen en nuestra ciudad. Muchos de ellos cuentan con páginas en redes sociales e internet tanto para darse a conocer como para facilitar la comunicación entre las personas interesadas o miembros de los clubes. Encontramos, por ejemplo, los siguientes clubes dentro de la zona metropolitana de Guadalajara:

1.    Luxor Louvre Swinger club
2.    Casa Swinger
3.    Guadalajara Club
4.    Amsterdam
5.    Deseo Club SW

Esto es parte de un proceso de digitalización tecnológica, como lo platica el doctor Igor Israel González, Profesor investigador del departamento de estudios sobre movimientos sociales en la Universidad de Guadalajara: “creo que otro factor es la incorporación de la variable digital, a mí me parece que eso ha hecho que esa práctica en particular se haya hecho más visible y está marcada en algo mucho más amplio que es la posibilidad del establecimiento de nuevas relaciones afectivas a partir justamente de la incorporación de la variante tecno-digital a la vida social. Porque eso posibilita nuevas formas de estar juntos, y de querernos y de amarnos, etcétera”.

Ser swinger tiene sus reglas

Lo mencionamos antes, pero el ser swinger no es sinónimo de libertinaje. Ser swinger implica seguir una serie de normas de responsabilidad y respeto hacia tu pareja y hacia los demás. Consultamos en muchos lugares, y parece haber ciertas reglas generales que se aplican en cualquier entorno swinger:

1.   No es no. Un verdadero swinger sabe aceptar cuando otra persona o su pareja no desea interactuar con él o ella.
2.   No debes involucrarte si tienes dudas.
3.   Practicar siempre sexo seguro. Para evitar enfermedades venéreas, siempre es requerido algún tipo de preservativo.
4.   Conversar abiertamente con tu pareja antes de participar. Ambos deben estar de acuerdo y conformes con la actividad de cada uno.
5.   No ha de tomarse como una solución para una pareja que tiene problemas. El acto del swinging conlleva mucha confianza entre ambos, y practicarlo sin ella puede generar más conflictos que soluciones.
6.   En muchos lugares, está prohibido relacionarse fuera del lugar con las personas con las que se tuvo contacto. Esto es, principalmente, para mantener la privacidad de cada miembro del club.

Siempre hay excepciones, pero como regla general estas normas se deben seguir por cualquier persona que se haga llamar swinger. A pesar de esto, cada club tiene su propio reglamento, algunos exigen más de sus miembros que otros. El Guadalajara Club, por ejemplo, cuenta con varios requisitos de higiene, de respeto y de privacidad que, de no ser cumplidos, impiden el acceso al sitio. Su página es una de las más organizadas que encontramos, con reglas específicas e información pertinente para los aspirantes a entrar; se exigen cuotas mensuales y anuales, casi como en un club deportivo o de actividades recreativas, y, por si fuera poco, también pide una entrevista a sus posibles miembros para asegurarse de que lo toman con seriedad y responsabilidad. En este club en particular no se admiten personas solteras; en otros, Luxor por ejemplo, es más admisible la entrada de solteros, pagando un cover extra, claro.

¿Qué dicen los expertos?

Entrevistamos a tres personas familiarizadas con el medio, dos sociólogos y un swinger, que nos dieron sus opiniones y algunos testimonios sobre el tema. El primer entrevistado, el doctor Igor Israel Gonzáles, respondió a un par de preguntas sobre su punto de vista sociológico del fenómeno. Le preguntamos:

¿Cuál es su opinión, desde un punto de vista sociológico, del fenómeno swinger en nuestra ciudad?

Fue famoso en los Estados Unidos en los años setenta. Ahora con la digitalización, con la incorporación de la variable tecno-digital al campo de la vida social, no sé si se ha masificado porque no es una práctica realmente masiva. Pero sí se ha hecho más visible en una ciudad como ésta. Las sanciones que se hacen a esta práctica en particular suelen ser menos negativas. Hay todavía un cierto recelo a prácticas que se escapan de la visión tradicional monogámica del estar en pareja; sin embargo, es cada vez menos esto. En términos sociológicos, implicaría una trasformación del modo en que se ve la relación de pareja en ciertos sectores de la población, que bien tienden a ser adultos, no tanto jóvenes. A partir, más o menos, de los 30 y hasta los 60 años.
Uno de los aspectos importantes de esta tendencia es la incorporación de la variante tecno-digital, porque eso ha permitido el establecimiento de relaciones entre las parejas que favorecen ese tipo de prácticas que antes no eran posibles, y el surgimiento de espacios como los que ya han detectado (clubes, casas de swingers, etc). No necesariamente se tiene sexo en esos lugares, sino que ahí se establece el contacto social.

¿Cree que ha tenido que ver el crecimiento poblacional de la ciudad en los últimos años con esta visibilidad o expansión del fenómeno swinger?

Sin duda, aunque creo que tiene que ver más no tanto con el factor demográfico sino con un conjunto de cambios generacionales que sancionan de manera menos negativa ese tipo de prácticas o preferencias, no sé cómo llamarlo. Lo que sí podría decir es que, híjole, con sus matices, pero creo que esta ciudad es un poquito más abierta que la que era hace 30 o 40 años. Sin embargo, seguimos siendo conservadores.

Posteriormente, le preguntamos lo mismo a la doctora Zeyda Rodríguez Morales, quien nos contestó lo siguiente:

¿Cuál es tu punto de vista sociológico del fenómeno swinger en nuestra ciudad?

Esas prácticas de los swingers, como muchas otras prácticas, son búsquedas de obtener satisfacción, de jugar, de tener una sexualidad que es, como ha llamado Castells, recreativa. Es decir, una sexualidad que no es reproductiva, que no va ligada a esta cosa de tener hijos, sino va ligada a la búsqueda de placer, y eso puede ser amplísimo. Desde prácticas, por ejemplo, sadomasoquistas hasta las prácticas swingers pasando por cualquier otra modalidad. Todo se vale, porque una mira sociológica sobre el fenómeno, no es una mirada moralista sobre el fenómeno; aquí no tendríamos que estar defendiendo una verdad, una manera correcta de hacer las cosas. Esto surge, y una sociedad debe ser, digamos, abierta a cualquier cantidad de prácticas, siempre y cuando incluyan: que sean decididas por las personas de forma libre, que sean personas que son adultas y que no incluya la explotación de unos por otros, como puede ser la prostitución infantil y ese tipo de cosas. O sea, las prácticas sexuales, del tipo que sean, si son acordadas, si son consensadas, si son elegidas libremente no habría ninguna manera injustificada de impedirlas o de calificarlas de manera negativa o positiva.

¿Crees que este fenómeno ha ganado más aceptación en Guadalajara, una ciudad considerada conservadora, o más visibilidad?

Es posible que antes se hicieran de manera más ocultada, clandestina. Y si ahora eso puede ser vuelto público, simplemente se amplía la oferta, la diversidad de cosas posibles de hacer y de lugares posibles de frecuentar; como lo exigen los clubes swingers, que tienen una serie de reglas que son muy explicitas y muy claras y que, entonces, si las parejas están con ganas de experimentar eso, adelante. Es como probar una nueva forma de hacer cosas y si mientras se haga de manera libre, voluntaria, adulta, ¿cuál es el problema? 

Por último, hablamos con una persona autodenominada swinger, quien nos dio su testimonio sobre algunas de sus experiencias y su visión sobre el tema:

¿Qué entiendes por el fenómeno swinger?

Es el intercambio de parejas… donde en una apertura a nivel sexual, no emocional, puedes compartir tu pareja con alguien más; y viceversa, alguien más compartir su pareja contigo.

¿Quién se puede considerar como un swinger?

No es el tiempo el que te hace swinger, es la apertura mental que tú tengas para entender que en la vida de una pareja puede llegar la monotonía, sexualmente hablando, y tú buscas romper con esa monotonía. A veces la manera de romperla es mediante un intercambio que ya está previamente acordado con tu pareja, o entras en la delgada línea de la infidelidad.
Entonces ¿nunca hay nada emocional?

No. Un swinger no se considera emocional, porque si ese fuera el caso, entonces ya te sales de los parámetros de lo que es un swinger y entrarías en un conflicto mayor, porque al inmiscuir sentimientos tú ya no querrías estar con tu pareja.

Lo hagas una vez o lo hagas cien veces, si no estás abierto de mente ¿no eres un swinger?

Desde el momento en que lo haces por una sola vez, ya te puedes considerar un swinger porque ya tienes la mentalidad abierta.

¿Cuántas experiencias de este tipo has tenido?

Una sola vez.

¿Crees que afecta o mejora las relaciones de pareja?

Yo te diría que lo puede mejorar, pero necesitas tener una mente muy abierta, porque si tú vives la vida desde el concepto del machismo, tú nunca vas a permitir que alguien más toque a tu mujer. Si lo ves desde el punto de vista de la mujer, a lo mejor sigue la forma tradicional que te han enseñado, tú nunca vas a permitir que, abiertamente, tu marido te sea infiel. Pero, al final de cuentas, si el matrimonio ha caído en una monotonía en la parte sexual, pues yo creo que antes de que llegues a una ruptura o a un divorcio, que a veces no es lo que se busca, se podría dar la oportunidad de experimentar o de llenar ese hueco o ese vacío que puedas tener en la parte física; al final todo se resume en lo físico.

En gustos se rompen géneros

Por lo visto, este fenómeno es muy amplio y tiene una extensa historia, con múltiples opiniones de quienes están de acuerdo y quienes rechazan este tipo de actividades. Ambas perspectivas tienen sus puntos a favor y en contra, pero no se debe clasificar ninguna como correcta o incorrecta. Swinger o no, hay que recordar que somos libres de elegir nuestros estilos de vida y cómo queremos vivir nuestra sexualidad.

A final de cuentas, la responsabilidad recae sobre aquellas personas que deciden ser partícipes del swinging, y la libertad sobre sus costumbres también, siempre y cuando no interfieran con la libertad de otras personas. Como dijo alguna vez Benito Juárez: “el respeto al derecho ajeno es la paz”.

Referencias


Guadalajara-Club. (s.f.). Reglamento. Recuperado el 12 de mayo de 2016 en http://www.guadalajaraclub.com/reglamento/

Lopez, H. (2008, 09, 25). Preguntas y respuestas acerca de los clubes swinger. Recuperado el 12 de mayo de 2016 en https://swingersfaq.wordpress.com/tag/clubes-swinger-guadalajara/

Mundo-Swinger. (s.f.). Un remolino de fantasías. Recuperado el 12 de mayo de 2016 en http://www.mundoswimger.es/mundo-swinger/


Redacción. (21 de julio de 2007). Mundo 'swinger' salvó matrimonio de ibaguereños que tenían relación monótona. El Tiempo. Recuperado el 12 de mayo de 2016 en http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-3605597

Romero, D. (2012). Siquiatría explicada: los swingers. Recuperado el 12 de mayo de 2016 en http://www.siquiatriaexplicada.com/2012/04/los-swingers.html

Tu-guía-sexual. (s.f.). ¿Compartirías a tu pareja? Recuperado el 12 de mayo en http://www.tuguiasexual.com/swingers.php








5 comentarios:

  1. ¡Muy buen trabajo!
    Quiero mencionar que fue uno de los reportajes más ricos en información. Fue notorio el trabajo de investigación y la entrevista complementó y dio un toque realista a este tema tan polémico.
    Considero que el término "swinger" fue bastante usado, por lo tanto se puede hacer uso de adjetivos.Buen trabajo.

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  2. No tengo nada más que decir que: ¡FELICIDADES! Se nota mucha la labor periodística que hicieron.
    En un trabajo muy rico en información, presentación, utilizaron imágenes que hicieron mucho mas atractivo el reportaje.

    Es un tema que desconocía por completo, y me gusto mucho; muy claro y preciso.

    Como recomendación solo puede notar 2 errores pequeños de dedo y me hubiera gustado que pusieran alguna entrevista de la postura de la iglesia ante esto, ya que solo lo mencionaron muy por encima.

    Muy buen trabajo.

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  3. Muy bueno su trabajo, el tema que seleccionaron es bastante interesante y ofrece mucha información al respecto. La intriga que envuelve el tema del cual realizaron su reportaje hace que el lector no se quiera detener de leer hasta acabar. Muy buena redacción y uso de las especificaciones que debe de llevar el reportaje, gran trabajo. sigan así amigas :)

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  4. Me gusto mucho el reportaje. El tema es bastante interesante, buen manejo de información, y excelente narración. Solo unos errores de dedo en cuanto a redacción, pero en general muy buen trabajo. Felicidades

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  5. Me parece un tema un tanto oculto, que al mismo tiempo genera interés por conocer, las imágenes fueron muy acertadas; en cuestión a presentación, me faltó el subtítulo y las referencias me sobraron.

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