Swinging:
¿una manera de expresar la sexualidad?
Reportaje por: Elena Castolo Sánchez,
Alejandra Belén Sandoval, Andrea Zacarías Hernández.
Guadalajara, México.
13/05/2016
¿Te atreverías a intercambiar a tu
pareja? Hoy en día no es raro encontrar grupos de personas interesadas en este
tipo de práctica; a ellos se les conoce como swingers, parejas que acuden a casas o clubes en busca de
experimentar su sexualidad con otras parejas. Podría pensarse que es un
fenómeno reciente, el siglo XXI ha traído consigo nuevas ideas sobre la manera
en la que entendemos y manifestamos la sexualidad. Sin embargo, los swingers
han existido desde antes de lo que se imagina. Entonces,g ¿en qué consiste ser
un swinger?
El nombre se origina de la
palabra en inglés swinging, que puede
traducirse como balanceo u oscilación; y efectivamente, eso es lo que ocurre.
Los miembros de una pareja oscilan entre otras parejas como parte del swinging.
Esto puede, o no, implicar relaciones sexuales; comúnmente, se busca la
relación sexual con alguien distinto a tu pareja, aunque no es el único tipo de
actividad que se realiza dentro de esta comunidad. Se puede ver como una
discoteca cualquiera: se baila, se bebe, y, principalmente, se socializa y se
convive. Es una nueva forma de conocer gente que comparte los mismos intereses
de ambos.
Bandera de la comunidad Swinger , creada por Ted Williams y con
diseño gráfico de Emilio Diseños Enaver.
Pero como en todo, hay
reglas. No cualquiera cumple los requisitos para ser un swinger, pues no se
trata de libertinaje desenfrenado, sino de una interacción con consentimiento y
respeto. Por eso es importante marcar la diferencia entre ser infiel y ser un
swinger. Un swinger sabe que antes de cualquier contacto con otro debe
platicarlo con su compañero y llegar a un acuerdo mutuo, donde ambos estén
conformes con el intercambio. Entrevistamos a un swinger, que prefirió quedar
en el anonimato, que nos comentó que este fenómeno “es el intercambio de
parejas… donde en una apertura a nivel sexual, no emocional, puedes compartir
tu pareja con alguien más; y viceversa, alguien más compartir su pareja
contigo”.
Este tipo de temas ha sido
tabú en nuestra sociedad por las tradiciones y costumbres que están muy
arraigadas a la visión de la moral que tienen los tapatíos, pues no es de
extrañarse que Guadalajara se considera como una ciudad conservadora. Cabe
señalar que esta última afirmación es más un estereotipo, como nos afirmó la doctora
Zeyda Rodríguez Morales, socióloga de la Universidad de Guadalajara, quien
señala que esta creencia sobre la ciudad se remonta a los tiempos en los que la
Iglesia tuvo un papel muy importante en la Guerra Cristera y, por lo tanto, en
el imaginario colectivo de esta sociedad.
También mencionó que
Guadalajara es la ciudad que tiene los grupos homosexuales, así como los de
lesbianas, más antiguos y más institucionalizados de México. Podemos hablar de
que hay una resistencia, una nueva ideología de aceptación a este tipo de
prácticas alternativas, aunque aún se realicen de manera clandestina o tras
bambalinas.
Tres formas
de ser un swinger
La práctica del swinging
es muy variada de cultura en cultura y de persona a persona, pero hay tres
formas básicas en las que los swingers se dividen:
➔ Swinging suave: en este nivel, todo está permitido, como caricias,
coqueteo, besos, sin llegar al acto sexual completo. Es la manera más ligera de
actuar, por ello muchos primerizos optan por este estilo al iniciarse.
➔ Swinging abierto: en esta etapa es donde ocurre el intercambio de
parejas con la finalidad de tener una relación sexual. Se hace en la misma
habitación o cama, y puede llegar a otro tipo de prácticas sexuales como las
orgías, los tríos, el voyeurismo (ver a otra pareja en el acto).
➔ Swinging cerrado: se hace el mismo intercambio completo que en el
swinging abierto, pero ocurre en habitaciones separadas, para tener mayor
intimidad. Suele darse entre parejas con más experiencia por el nivel de
confianza requerido en esta actividad.
Origen: ¿de
dónde salió?
No se tiene claro cuándo y
dónde exactamente surgió esta tendencia, pero hay un aproximado que se repite
en distintas fuentes de información. La doctora Carmen Valcárcel, médica en la
Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico, sugirió que la práctica
del swinging se daba entre parejas de la Fuerza Aérea de los EU en la década de
los años cincuenta. Según ella, en esta teoría se dice que estos tenían el
recurso económico para mudar sus esposas cerca de las bases militares y que,
debido a que durante periodos de guerra los soldados eran los que mayor índice
de mortalidad tenían, se desarrolló la práctica de cuidar de las esposas de los
compañeros pilotos, incluyendo el convertirse en su pareja sexual.
Por otro lado, algunos
creen que el termino swinging proviene de la frase del inglés wife swaping, o ‘intercambio de
esposas’. También se les conoce como parejas liberales o de mente abierta. Como
muchas otras prácticas sexuales, el swinging obtuvo popularidad gracias a la
Revolución sexual que tuvo lugar dentro de los movimientos hippies en los años
sesenta; aunque en Guadalajara, según algunas fuentes locales, su popularidad
tuvo su auge en las décadas de los setenta y ochenta. Con estos datos es
posible darnos una idea del comienzo de este movimiento, pero no deja de ser
incierto cuándo fue que el fenómeno swinger se introdujo a esta ciudad. Pues, como también sugieren algunas personas,
es posible que éste exista desde tiempos remotos (aunque no hay fuentes sólidas
que lo comprueben).
Se busca
satisfacer el deseo de placer no el aspecto emocional o sentimental.
Clubes y
bares: los puntos de reunión swinger
Bueno, ya sabemos qué es
un swinger, pero ¿dónde se reúnen? Estamos conscientes de que existen los bares
gay, los clubes exclusivos, entre otros recintos, como antros, discotecas, etc.
Los swingers tienen sus propios establecimientos, sus santuarios, donde pueden
juntarse entre sí en la comodidad y privacidad de los mismos. A diferencia de
lo que se podría pensar, estos clubes no tienen como única finalidad el acto
sexual; como nos informó nuestro contacto, estos sitios son como cualquier
discoteca donde se va a bailar y convivir con otras personas. Dentro del mundo
del swinging existen dos categorías para estos recintos:
a) Clubes con contacto (On premise): en esta categoría está permitido el coito dentro del
club.
b) Clubes sin contacto (Off premise): en estos espacios no está permitido el acto sexual;
generalmente son bares, restaurantes, o espacios de otra índole, donde las
parejas van a conocerse y pasar un buen rato (en caso de querer involucrarse
físicamente, deben retirarse a otro lugar).
Es sorpresiva la cantidad
de espacios dedicados a esta clientela que existen en nuestra ciudad. Muchos de
ellos cuentan con páginas en redes sociales e internet tanto para darse a
conocer como para facilitar la comunicación entre las personas interesadas o
miembros de los clubes. Encontramos, por ejemplo, los siguientes clubes dentro
de la zona metropolitana de Guadalajara:
1. Luxor Louvre Swinger club
2. Casa Swinger
3. Guadalajara Club
4. Amsterdam
5. Deseo Club SW
Esto es parte de un
proceso de digitalización tecnológica, como lo platica el doctor Igor Israel
González, Profesor investigador del departamento de estudios sobre movimientos
sociales en la Universidad de Guadalajara: “creo que otro factor es la
incorporación de la variable digital, a mí me parece que eso ha hecho que esa
práctica en particular se haya hecho más visible y está marcada en algo mucho
más amplio que es la posibilidad del establecimiento de nuevas relaciones
afectivas a partir justamente de la incorporación de la variante tecno-digital
a la vida social. Porque eso posibilita nuevas formas de estar juntos, y de
querernos y de amarnos, etcétera”.
Ser swinger
tiene sus reglas
Lo mencionamos antes, pero
el ser swinger no es sinónimo de libertinaje. Ser swinger implica seguir una
serie de normas de responsabilidad y respeto hacia tu pareja y hacia los demás.
Consultamos en muchos lugares, y parece haber ciertas reglas generales que se
aplican en cualquier entorno swinger:
1. No es no. Un verdadero swinger sabe aceptar
cuando otra persona o su pareja no desea interactuar con él o ella.
2. No debes involucrarte si tienes dudas.
3. Practicar siempre sexo seguro. Para evitar
enfermedades venéreas, siempre es requerido algún tipo de preservativo.
4. Conversar abiertamente con tu pareja antes de
participar. Ambos deben estar de acuerdo y conformes con la actividad de cada
uno.
5. No ha de tomarse como una solución para una
pareja que tiene problemas. El acto del swinging conlleva mucha confianza entre
ambos, y practicarlo sin ella puede generar más conflictos que soluciones.
6. En muchos lugares, está prohibido
relacionarse fuera del lugar con las personas con las que se tuvo contacto.
Esto es, principalmente, para mantener la privacidad de cada miembro del club.
Siempre hay excepciones,
pero como regla general estas normas se deben seguir por cualquier persona que
se haga llamar swinger. A pesar de esto, cada club tiene su propio reglamento,
algunos exigen más de sus miembros que otros. El Guadalajara Club, por ejemplo,
cuenta con varios requisitos de higiene, de respeto y de privacidad que, de no
ser cumplidos, impiden el acceso al sitio. Su página es una de las más
organizadas que encontramos, con reglas específicas e información pertinente
para los aspirantes a entrar; se exigen cuotas mensuales y anuales, casi como
en un club deportivo o de actividades recreativas, y, por si fuera poco,
también pide una entrevista a sus posibles miembros para asegurarse de que lo
toman con seriedad y responsabilidad. En este club en particular no se admiten
personas solteras; en otros, Luxor por ejemplo, es más admisible la entrada de
solteros, pagando un cover extra, claro.
¿Qué dicen
los expertos?
Entrevistamos a tres
personas familiarizadas con el medio, dos sociólogos y un swinger, que nos
dieron sus opiniones y algunos testimonios sobre el tema. El primer
entrevistado, el doctor Igor Israel Gonzáles, respondió a un par de preguntas
sobre su punto de vista sociológico del fenómeno. Le preguntamos:
¿Cuál es su opinión, desde
un punto de vista sociológico, del fenómeno swinger en nuestra ciudad?
Fue famoso en los Estados Unidos en los años setenta. Ahora
con la digitalización, con la incorporación de la variable tecno-digital al
campo de la vida social, no sé si se ha masificado porque no es una práctica
realmente masiva. Pero sí se ha hecho más visible en una ciudad como ésta. Las
sanciones que se hacen a esta práctica en particular suelen ser menos
negativas. Hay todavía un cierto recelo a prácticas que se escapan de la visión
tradicional monogámica del estar en pareja; sin embargo, es cada vez menos
esto. En términos sociológicos, implicaría una trasformación del modo en que se
ve la relación de pareja en ciertos sectores de la población, que bien tienden
a ser adultos, no tanto jóvenes. A partir, más o menos, de los 30 y hasta los
60 años.
Uno de los aspectos importantes de esta tendencia es la
incorporación de la variante tecno-digital, porque eso ha permitido el
establecimiento de relaciones entre las parejas que favorecen ese tipo de
prácticas que antes no eran posibles, y el surgimiento de espacios como los que
ya han detectado (clubes, casas de swingers, etc). No necesariamente se tiene
sexo en esos lugares, sino que ahí se establece el contacto social.
¿Cree que ha tenido que
ver el crecimiento poblacional de la ciudad en los últimos años con esta
visibilidad o expansión del fenómeno swinger?
Sin duda, aunque creo que tiene que ver más no tanto con el
factor demográfico sino con un conjunto de cambios generacionales que sancionan
de manera menos negativa ese tipo de prácticas o preferencias, no sé cómo
llamarlo. Lo que sí podría decir es que, híjole, con sus matices, pero creo que
esta ciudad es un poquito más abierta que la que era hace 30 o 40 años. Sin
embargo, seguimos siendo conservadores.
Posteriormente, le
preguntamos lo mismo a la doctora Zeyda Rodríguez Morales, quien nos contestó
lo siguiente:
¿Cuál es tu punto de vista
sociológico del fenómeno swinger en nuestra ciudad?
Esas prácticas de los swingers, como muchas otras prácticas,
son búsquedas de obtener satisfacción, de jugar, de tener una sexualidad que
es, como ha llamado Castells, recreativa. Es decir, una sexualidad que no es
reproductiva, que no va ligada a esta cosa de tener hijos, sino va ligada a la
búsqueda de placer, y eso puede ser amplísimo. Desde prácticas, por ejemplo,
sadomasoquistas hasta las prácticas swingers pasando por cualquier otra
modalidad. Todo se vale, porque una mira sociológica sobre el fenómeno, no es
una mirada moralista sobre el fenómeno; aquí no tendríamos que estar
defendiendo una verdad, una manera correcta de hacer las cosas. Esto surge, y
una sociedad debe ser, digamos, abierta a cualquier cantidad de prácticas,
siempre y cuando incluyan: que sean decididas por las personas de forma libre,
que sean personas que son adultas y que no incluya la explotación de unos por
otros, como puede ser la prostitución infantil y ese tipo de cosas. O sea, las
prácticas sexuales, del tipo que sean, si son acordadas, si son consensadas, si
son elegidas libremente no habría ninguna manera injustificada de impedirlas o
de calificarlas de manera negativa o positiva.
¿Crees que este fenómeno ha ganado
más aceptación en Guadalajara, una ciudad considerada conservadora, o más
visibilidad?
Es posible que antes se hicieran de manera más ocultada,
clandestina. Y si ahora eso puede ser vuelto público, simplemente se amplía la
oferta, la diversidad de cosas posibles de hacer y de lugares posibles de
frecuentar; como lo exigen los clubes swingers, que tienen una serie de reglas
que son muy explicitas y muy claras y que, entonces, si las parejas están con
ganas de experimentar eso, adelante. Es como probar una nueva forma de hacer
cosas y si mientras se haga de manera libre, voluntaria, adulta, ¿cuál es el
problema?
Por último, hablamos con
una persona autodenominada swinger, quien nos dio su testimonio sobre algunas de
sus experiencias y su visión sobre el tema:
¿Qué entiendes por el fenómeno
swinger?
Es el intercambio de parejas… donde en una apertura a nivel
sexual, no emocional, puedes compartir tu pareja con alguien más; y viceversa,
alguien más compartir su pareja contigo.
¿Quién se puede considerar como un
swinger?
No es el tiempo el que te hace swinger, es la apertura mental
que tú tengas para entender que en la vida de una pareja puede llegar la
monotonía, sexualmente hablando, y tú buscas romper con esa monotonía. A veces
la manera de romperla es mediante un intercambio que ya está previamente
acordado con tu pareja, o entras en la delgada línea de la infidelidad.
Entonces ¿nunca hay nada emocional?
No. Un swinger no se considera emocional, porque si ese fuera
el caso, entonces ya te sales de los parámetros de lo que es un swinger y entrarías
en un conflicto mayor, porque al inmiscuir sentimientos tú ya no querrías estar
con tu pareja.
Lo hagas una vez o lo hagas cien
veces, si no estás abierto de mente ¿no eres un swinger?
Desde el momento en que lo haces por una sola vez, ya te
puedes considerar un swinger porque ya tienes la mentalidad abierta.
¿Cuántas experiencias de este tipo
has tenido?
Una sola vez.
¿Crees que afecta o mejora las
relaciones de pareja?
Yo te diría que lo puede mejorar, pero necesitas tener una
mente muy abierta, porque si tú vives la vida desde el concepto del machismo,
tú nunca vas a permitir que alguien más toque a tu mujer. Si lo ves desde el
punto de vista de la mujer, a lo mejor sigue la forma tradicional que te han
enseñado, tú nunca vas a permitir que, abiertamente, tu marido te sea infiel.
Pero, al final de cuentas, si el matrimonio ha caído en una monotonía en la
parte sexual, pues yo creo que antes de que llegues a una ruptura o a un
divorcio, que a veces no es lo que se busca, se podría dar la oportunidad de
experimentar o de llenar ese hueco o ese vacío que puedas tener en la parte
física; al final todo se resume en lo físico.
En gustos se
rompen géneros
Por lo visto, este
fenómeno es muy amplio y tiene una extensa historia, con múltiples opiniones de
quienes están de acuerdo y quienes rechazan este tipo de actividades. Ambas
perspectivas tienen sus puntos a favor y en contra, pero no se debe clasificar
ninguna como correcta o incorrecta. Swinger o no, hay que recordar que somos
libres de elegir nuestros estilos de vida y cómo queremos vivir nuestra
sexualidad.
A final de cuentas, la
responsabilidad recae sobre aquellas personas que deciden ser partícipes del
swinging, y la libertad sobre sus costumbres también, siempre y cuando no
interfieran con la libertad de otras personas. Como dijo alguna vez Benito
Juárez: “el respeto al derecho ajeno es la paz”.
Referencias
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(s.f.). Reglamento. Recuperado el 12
de mayo de 2016 en http://www.guadalajaraclub.com/reglamento/
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Redacción.
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Tu-guía-sexual.
(s.f.). ¿Compartirías a tu pareja? Recuperado
el 12 de mayo en http://www.tuguiasexual.com/swingers.php
¡Muy buen trabajo!
ResponderEliminarQuiero mencionar que fue uno de los reportajes más ricos en información. Fue notorio el trabajo de investigación y la entrevista complementó y dio un toque realista a este tema tan polémico.
Considero que el término "swinger" fue bastante usado, por lo tanto se puede hacer uso de adjetivos.Buen trabajo.
No tengo nada más que decir que: ¡FELICIDADES! Se nota mucha la labor periodística que hicieron.
ResponderEliminarEn un trabajo muy rico en información, presentación, utilizaron imágenes que hicieron mucho mas atractivo el reportaje.
Es un tema que desconocía por completo, y me gusto mucho; muy claro y preciso.
Como recomendación solo puede notar 2 errores pequeños de dedo y me hubiera gustado que pusieran alguna entrevista de la postura de la iglesia ante esto, ya que solo lo mencionaron muy por encima.
Muy buen trabajo.
Muy bueno su trabajo, el tema que seleccionaron es bastante interesante y ofrece mucha información al respecto. La intriga que envuelve el tema del cual realizaron su reportaje hace que el lector no se quiera detener de leer hasta acabar. Muy buena redacción y uso de las especificaciones que debe de llevar el reportaje, gran trabajo. sigan así amigas :)
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ResponderEliminarMe gusto mucho el reportaje. El tema es bastante interesante, buen manejo de información, y excelente narración. Solo unos errores de dedo en cuanto a redacción, pero en general muy buen trabajo. Felicidades
Me parece un tema un tanto oculto, que al mismo tiempo genera interés por conocer, las imágenes fueron muy acertadas; en cuestión a presentación, me faltó el subtítulo y las referencias me sobraron.
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